Esmeralda Mitre llega al cine con su papel más jugado: “Putas”

El cine independiente argentino se prepara para un golpe de efecto. El 13 de noviembre llega a salas “Putas”, la nueva y visceral obra de Demian Alexander, con música original del reconocido Diego Frenkel. Más que una puesta cinematográfica, esta producción que emerge de una performance psicológica, se postula como un trago de realidad al presentar seis historias que abordan el trabajo sexual sin filtros ni romanticismos. Es una cátedra de crudeza que se atreve a mirar lo abyecto y aun lo escatológico para hallar belleza en la herida humana.
Declarada de Interés Cultural para la Defensa y la Promoción de los Derechos Humanos por la CABA, “Putas” se basa en la obra performática y multimedia psicológica homónima.

La obra está compuesta por seis historias entrelazadas, cada una con un personaje único y una estética particular, que se adentran en el “lado B” de la vida de las trabajadoras sexuales. Obsesión, abuso, violencia y, sí, también amor, conviven en escenas de una intensidad arrolladora. Mediante una prosa poética y pragmática que danza la coreografía de la crueldad, Demian Alexander logra penetrar en el universo del “oficio más antiguo del mundo”, revelando sus múltiples dimensiones humanas sin caer en el romanticismo simplista.
La película cuenta con un elenco de fuste que incluye a Esmeralda Mitre, María Rosa Fugazot, Carlos Belloso, Roly Serrano, Fabián Vena, Vanesa González, Mariana A., Gerardo Chendo, Celeste Muriega, Florencia Gerez y Carolina Mazzitelli.
En diálogo con NOTICIAS, el director Demian Alexander confesó que armar el reparto fue “milagroso” y que requirió un trabajo muy personal: “Yo necesito juntarme personalmente y visualizar en los actores y actrices la impronta del rol: Lo importante es la persona a la hora de trabajar en un proyecto independiente ciento por ciento y sumamente despojado de moralina”.
Alexander destaca que los personajes son “muy jugados” y que, por tanto, exigieron una gran entrega actoral. Su método de dirección reposó en la frontalidad y en la horizontalidad, en lugar de la jerarquía tradicional. “Fui muy derecho,” afirma. “Creo que le cumplí a todos, y entiendo que ese tratamiento es lo efectivo”. Este enfoque generoso y colaborativo, en el que el guion se adaptó en parte a las charlas y propuestas de los intérpretes, fue clave. El director subraya: “Hoy es más importante el actor para mí que el director”, haciendo eco de la filosofía de trabajo que prioriza la contribución de cada profesional del arte.
La producción se hizo completamente “a pulmón”, sin apoyos institucionales, lo que subraya el carácter independiente y combativo de la obra: “El cine también se puede hacer con trabajo”, expresa Alexander.
Si bien el film se sumerge en realidades “muy politizadas”, Alexander evita las bajadas de línea, buscando mostrar la verdad cruda sin “romanticismo” pensado en el sentido coloquial. “La película se salió del ascensor,” dice, refiriéndose a los lugares comunes de la narrativa actual. Su objetivo es exponer las realidades para que el público, que a su juicio “no es tonto”, juzgue por sí mismo.
Lo rotundo inicia desde título: “Putas”. Demian Alexander “bancó” el nombre a pesar de los debates y las advertencias sobre la pérdida de auspiciantes. Para él, esa era la única forma de mostrar una película que es, de hecho, cruda.
El film ya está generando debate y ha sido seleccionado para importantes certámenes en Bogotá y México.
“Putas” no rehúye la confrontación, y hay escenas que se graban en la memoria. Consultamos al director sobre la más dura de ellas y él señaló la secuencia en la que la mujer embarazada (Esmeralda Mitre) se golpea la panza. Alexander decide llevar a un fundido a negro para dejar al espectador a solas con la voz de la mujer, potenciando el dolor psíquico.
Con este estreno, Demian Alexander y su equipo confirman que el arte puede nacer de la desnaturalización de las realidades que no se ajustan al deber ser; que no se trenzan en las arenas de lo moral, sino que son, que existen no obstante la ceguera que impone el prejuicio y el juicio.
“Putas” prueba que el arte también emerge de la entrega y la colaboración. Su director y elenco se atreven a ir a la médula, se posicionan y encarnan eso que nadie quiere encarnar: el intenso dolor de andar por la vida sin eufemismos.
Por Norma Cabada
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Fuente: noticias.perfil.com




